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Hoy: Encuentro, desencuentro y reencuentro de los primitos Feinmann.


Que lindo que es dar buenas noticias!  Este es un blog sensibilero y aca se lagrimea por cualquier verdura. Hoy sentimos una mezcla de alegría y emoción ante el reencuentro de dos inefables ciudadanos separados por las circunstancias de la vida. hablamos, como no, del reencuentro de los primitos Feinmann.

A pesar de alguna diferencia de edad Eduardo y Jose Pablo eran inseparables en su tierna infancia. Solían jugar al ludo, a la mancha venenosa, a las escondidas, a la carrera de embolsados y podían pasarse largas horas disputando apasionantes partidos de canasta. Los padres de ambos dos vivían a pocas casas de distancia por lo cual se visitaban asiduamente. Sin embargo ya se observaban algunas diferencias entre ellos. 

Eduardo era de andar tocando timbres y pateando bolsas de basura, por lo cual su madre le recriminaba reiteradamente: "pero que malo que sos Eduardito", le decía. Eduardo volvía a tocar timbres y patear tachos de basura y la madre volvía a recriminar: "no de nuevo" decia "no de nuevo". Josecito P. tambien tenía lo suyo pero era un gran amante de los animales y cuanto animalito de dios  anduviera por ahi, rotoso o lastimado, Josecito P. lo curaba y alimentaba, de tal manera que todos los vecinos lo tenían en estima.  "Es tan bueno el Josecito P." decían los vecinos. 

Desde aquellas pretéritas épocas se fue confirmando el rótulo, el estigma. Eduardo era el malo, Jose P. era el bueno. Estaba el Feinmann bueno y estaba el Feinnman malo. Y como sabemos desde el interaccionismo simbólico el estigma funciona como profecía autocumplida y cada uno se hizo cargo del rol que los otros le habían asignado

Comenzó el distanciamiento, aludo que al ludo se le perdieron los dados, las cartas quedaron ajadas y enmohecidas por el tiempo, las bolsas se utilizaron para menesteres menos poéticos que aquellas carreras de embolsados que llenaban la siesta de risas juveniles y exclamaciones de placer inocente.

El distanciamiento se profundizó al punto tal que a ambos dos primos le salían supuraciones en las ingles cuando escuchaban hablar del otro. Eduardito, desde sitios como radio 10 o en la mesa con el buenazo de Hadad comenzó a  despotricar contra todo lo que le gustase a Josecito P.  Josecito P. , desde multiples tribunas graficas y académicas filosofó contra todo lo que le gustare o gustase al Eduardito. Así se construyo toda una vida de desencuentro entre los primitos Feinnman.

No obstante, cuando el cisma parecía definitivamente  irreconciliable,  el modelo generó un nuevo milagro  en esta Argentina princisecular. Los primitos F.  se fueron anoticiando de que algo los estaba acercando, inexorable como la eliminación de Argentina en 4tos de final de Brasil 2014.

Josecito P. observó azorado como Eduardito conseguía entrevistas exclusivas con Nestor (ver  ejemplo por aca ) o presentaba laudatorios informes sobre el gobierno (ver ejemplo por este otro lado). Eduardito tomó nota,  con los ojos como si le hubieran colocado un supositorio de hielo,  de las diatribas de Josecito P. contra la izquierda furibunda y contra el asesino terrorista Ernesto Guevara.
EL ABRAZO DEL OSO

Una nueva corriente de amor filial se posesionó de nuestros protagonistas. Esa misma corriente los impulsó, luego de algunas negociaciones previas intermediadas por Moreno Ocampo, a reunirse en un bar de la calle Bocayá y a fundirse en un sentido y prolongado abrazo del cual no existen registros fotográficos salvo el que ilustra  la nota, conseguido en exclusiva por este humilde blog de barrio.

Es asi nomas y no me deje mentir señora, como dijeramos ut supra, un nuevo milagro  del gobierno del pueblo. Un milagro menor dirá usted? Cayesé cipaya! Sera un milagro menor pero  milagro al fin, uno de tantos que han sucedido y  sucederán en  la  Argentina Nacional, Popular y Revolucionaria que supimos conseguir.  

 Y si no le gusta vaya a quejarse a Mariotto caramba!

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